La Biblia enseña que la lluvia va a caer sobre los justos y los injustos.
En otras palabras, a veces gente buena va a experimentar de cosas malas en esta vida. Jesús nunca prometió que sus seguidores no van a tener sufrimientos o persecuciones. Y de hecho él dijo que sus seguidores si van a pasar por tiempos así. Pero también él dijo que va a estar con nosotros siempre y va a darnos ayuda para poder pasar por las tormentas de la vida, y que vamos a pasarlas en victoria.
Las personas que siguen a Jesús a veces no son libres del sufrimiento. Mientras estamos en la tierra estamos sujetos a las leyes del mundo. Pero los creyentes no tienen que vivir solos. Tienen la Biblia para guiar y enseñarlos. Tienen la iglesia, la comunidad de fe, otros creyentes que también aman a Dios. Van a ser fortalecidos por los demás cristianos y por el amor de Dios. También tienen una relación con Dios el Espíritu Santo quien atrae consuelo y les da fuerza para compartir su fe con otros. Entonces en los tiempos de sufrimiento el creyente puede buscar a Jesús, la Biblia, la iglesia y el Espíritu Santo para darles alivio en medio del sufrimiento aquí en la tierra.
Y aunque cristianos pueden sufrir hasta la muerte, saben que su tiempo en la tierra es temporal. Cuando alguien muere tiene que enfrentar las consecuencias de sus hechos mientras vivían. Aquellos que aman a Jesús van al cielo cuando mueren. Y los demás que no aman a Jesús no van a ir al cielo.
Hay una historia verdadera en la Biblia el en antiguo testamento en cuanto a un señor que se llama Job. Él era un hombre justo que vivía bien. Y de repente le llegó a él una tragedia, que le quitó su familia, su riqueza y casi toda su vida. Pero en medio de este sufrimiento, Job creía fielmente en Dios. El no dejaba que sus circunstancias lo apartaron de este Dios de amor. Y como resultado, Job sobrevivió este tiempo de sufrimiento y Dios lo bendijo grandemente.