Cristo y el diablo no son igual y no son hermanos.
Jesús es el Hijo de Dios. Él es omnisciente (sabe de todo), y es omnipotente (todo poderoso) y es omnipresente (está por todos lados en todo tiempo). El diablo es un ser creado. Él desobedeció a Dios se cayó del cielo. El diablo no es omnisciente, ni omnipotente, ni omnipresente porque él no es Dios. El diablo si tiene algo de autoridad en la tierra, pero algún día va a ser juzgado y castigado.
El diablo se llama lucero o satanás. No es igual a Jesús. Algunos creen que el diablo tiene el mismo poder como Jesús. Esto no es verdad, y no se ve esto en la Biblia. Jesús es Dios. El diablo es un ángel que fue echado del cielo por su pecado. Como un ángel él tiene poder, pero solamente por un rato.
Algunos creen que el sacrificio que Jesús pagó para los pecados de la humanidad fue pagado al diablo y no al Dios el Padre. Esto no es verdad y no está en la Biblia. El pagó que Cristo hizo fue para nuestra deuda que tenemos con Dios el Padre. Dios es santo. Nuestra desobediencia fue un pecado en contra a Dios. Entonces el pago para nuestros pecados fue pagado por Jesús y dado a Dios.
En Mateo capítulo 4 leímos la historia verdadera de la tentación de Jesús por satanás en el desierto. Cristo había ayunado cuarenta días y cuarenta noches y después el diablo se acercó para tentarlo. Es decir, el diablo esperó hasta que Cristo estaba muy débil físicamente. El diablo lo tentó con los deseos de la carne, y de los deseos de los ojos, y con el orgullo de esta vida. Jesús se resistió usando la verdad de la palabra de Dios. Y entonces Jesús derrotó al diablo, y los ángeles vinieron para atenderle a Jesús.
Esta historia nos muestra de que Jesús tiene poder sobre el diablo. Cuando nosotros seguimos el ejemplo de Jesús entonces también podríamos vencerle al diablo. Si ponemos nuestros ojos en Jesús y confiamos en la verdad de la palabra de Dios y resistimos al diablo él se va a huir.